18.3.17

LA GRAN INVOCACIÓN


LA GRAN INVOCACION


Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los hombres
Que la Luz descienda a la Tierra



Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los hombres
Que Cristo retorne a la Tierra



Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven



Desde el centro que llamamos la raza de los hombres
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal



Que la Luz, el Amor y el Poder
Restablezcan el Plan en la Tierra




Esta invocación no es propiedad de ningún individuo o grupo en especial. Es un instrumento de poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra. Emplearla es un acto de servicio a la Humanidad y al Cristo.


Es un poderoso mántram destinado a facilitar en los hombres la receptividad de diversos tipos de “energía especializada” emanada de elevados centros espirituales entre las cuales se encuentran las de Amor-Sabiduría y Rectas Relaciones Humanas.

Puede adaptarse según la creencia religiosa pues el Instructor del Mundo es reconocido en las diferentes culturas como:
Budista: El Bhodhishatva;
Cristiana: El Cristo;
Hinduista: Krishna;
Islámica: El Imán Majdi;
Israelita: El Mesías;
Persa: Muntazar;
Tibetana: Maitreya;
También puede nombrárseLo como “Aquel que viene”. 



La Ciencia de Invocación y Evocación ocupará el lugar de lo que ahora llamamos plegaria y adoración. No nos dejemos confundir por la palabra ciencia. No se trata de la cosa fría e intelectual, sin corazón, descrita con tanta frecuencia, sino de la inteligente organización de la energía espiritual y de las fuerzas del amor, que cuando sean efectivas evocarán la respuesta de los seres espirituales que puedan caminar libremente entre los hombres y establecer una íntima relación y constante comunicación entre la Humanidad y la Jerarquía espiritual.

... la Invocación es de tres tipos. Tenemos la demanda masiva, emitida en forma inconsciente, y el llamado clamoroso que brota del corazón del hombre en momentos de crisis... Tenemos además el espíritu de invocación evidenciado por los hombres sinceros, cuando participan de los ritos de su religión y se valen de la oportunidad para orar y adorar en forma conjunta, elevando sus demandas de ayuda ante Dios. Este grupo, unido a las masas humanas, crea un enorme conjunto de suplicantes invocadores; su intención masiva es muy evidente en la actualidad y su invocación se eleva hasta el Altísimo. Finalmente existen discípulos y

aspirantes entrenados que utilizan algunas fórmulas verbales y ciertas invocaciones cuidadosamente definidas y enfocan el llamado invocador y la demanda de los otros dos grupos, dándoles la orientación y el poder correctos. Los tres grupos, consciente o inconscientemente, están entrando ahora en actividad, y su esfuerzo unificado garantiza la evocación resultante.


El nuevo trabajo invocador será la nota clave de la futura religión mundial... existirá el trabajo invocador de las multitudes preparadas por las personas espiritualmente orientadas, a fin de que acepten la realidad del acercamiento de las energías espirituales enfocadas a través del Cristo y Su Jerarquía espiritual, y se preparen además para formular su demanda de luz, liberación y comprensión. Por otro lado existirá el hábil trabajo de invocación, tal como es practicado por quienes han entrenado sus mentes mediante la correcta meditación, conocen el poder de los mántram, fórmulas e invocaciones y trabajan conscientemente. Utilizarán con mayor frecuencia ciertas grandes fórmulas verbales, que serán dadas más tarde a la raza, así como fue dado el Padre Nuestro por Cristo y, en la actualidad, la Nueva Invocación por la Jerarquía.

Esta nueva ciencia religiosa, para la cual la plegaria, la meditación y el ritual han preparado a la humanidad, entrenará a los pueblos para presentar la demanda oral de los pueblos del mundo a fin de establecer relaciones con Dios y una más estrecha relación espiritual entre sí. Cuando este trabajo se lleve a cabo adecuadamente, evocará respuesta de la Jerarquía y especialmente de su Guía, el Cristo. Por esta respuesta, la fe de las multitudes se convertirá gradualmente en convicción, en el conocedor. De esta manera las razas humanas serán transformadas y espiritualizadas, y los dos grandes centros divinos —la Jerarquía y la Humanidad— comenzarán a trabajar en completa unificación y unión... 
(Extractos de La Reaparición de Cristo, Alice A. Bailey)


16.3.17

MANTRAM DE UNIDAD


Que la Luz liberadora de Buda,
el Amor infinito del Espíritu de la Paz
y el Poder indescriptible del Avatar de Síntesis
restablezcan el Plan de Dios en la Tierra.

18.7.16

TRABAJO DE HERCULES EN CANCER . la captura de la gama


PLENILUNIO DE CÁNCER . 19 de julio 2016


SOL EN CÁNCER

       La nota clave de Cáncer es:
"Construyo una casa iluminada y moro en ella.” 
El fin de un discípulo es construir una casa iluminada y habitar en ella. Pero para ello se necesitan los mejores materiales. Estos le fueron presentados en las tres lunas lle­nas anteriores y fueron la sustancia de:
Voluntad
Amor
Inteligencia
y la fusión de las tres energías en Buena Voluntad.
En Cáncer, el discípulo va a cons­truir su casa iluminada, com­puesta por los vehículos que constituyen los cuerpos inferior y supe­rior.
Cada cuerpo pone la Chispa en contacto con el plano correspondiente y su vida. Cada cuerpo tiene 7 sen­tidos que relacionan al hombre con 7 formas de materia o sustan­cia en el plano correspondiente. A través de estos sentidos el hombre recibe información, e introduce cambios en el mismo plano. Estos cambios difieren si toma contacto con planos cada vez más elevados, y les impone la armonía...
Cada cuerpo es una casa que pone al hombre en contacto con el plano por el cual es construido. El primer cuerpo es el cimiento. Lue­go están los pisos 2°, 3°, 4°, 5°, 6° 7°.
A la Chispa le insumió millones de años construir los cuerpos físico, astral y mental.
Estos cuerpos:
1. Nos relacionan con su propio plano y su propia vida.
2. Los usamos para causar cambios.
3. También se los usa para alimento y combate.
Nuestros cuerpos se usan para asimilar sustancia de varios nive­les y construir cuerpos nuevos y más sutiles. Cada cuerpo se empieza a construir partiendo de la sustancia más sutil del cuerpo inferior. Por ejemplo, las virtudes crean sustan­cias rarísimas en los cuerpos y estas sustancias las usa el Yo para construir cuerpos superiores o partes y mecanismos en cuerpos su­periores. Luego, los cuerpos se usan para la batalla en el:
plano físico
plano emocional
planos mental y superior.
Combatir es alejar a las fuerzas o entidades que obstaculizan nuestro avan­ce en nuestro sendero de regreso a nuestro hogar. El peregrino quie­re ir a su casa, pero en el sendero hay seres que procuran estorbarle, destruir sus vehículos y hacerle atrasar. Y cada vez que encarna como un viajero y un luchador especial, aquellos encuen­tran modos más sutiles de destruirle o esclavizarle. Así, caen pri­sioneras millones de almas, cautivas del materialismo, del sexo, de la lujuria, de los bienes, por parte de las fuerzas del odio, de la se­paratividad, la ignorancia y las mentiras. El peregrino deberá luchar en cada plano.
El Maestro Morya (Maestro del rayo 1 de Poder y Voluntad) dice: "Algunas personas no pueden tolerar Nuestros frecuentes recordatorios acerca del combate... pero... el combate de la Luz contra las tinieblas continúa sin cesar. En esta ba­talla muchos guerreros prestan su ayuda, de otro modo seríamos nue­vamente devorados por el caos...” 
"En todo el planeta hay dispersos muchos pequeños círculos. Las logias negras saben qué hacer. Pero los servidores de la Luz, por su desorganización, a menudo incluso se perjudican mutuamente. A las logias negras no se les acercan extraños, pero los servidores de la Luz, por su buen natural, o más bien por ignorancia, a menudo están dispuestos a abrazar al traidor más peligroso. Debe proyectarse indi­ferencia, que paraliza a las mejores fuerzas. En verdad, podemos agotarnos no tanto por los enemigos cuanto por la indiferencia de los amigos...” 
San Juan decía del Cristo: "El fue la luz verdadera que iluminó a todo hombre que vino a este mundo".  Cuando dijo a sus discípulos: "Vosotros sois la luz del mundo, que vuestra luz brille ante los hombres".
"La vida estaba en Él y la vida es la luz de los hombres." 
"Yo soy la luz del mundo. Quien me sigue no caminará en las ti­nieblas, sino que hallará para sí la luz de la vida." 
Esta es la luz que brilla en el plano intuitivo (alma), y atrae a la gente para que construya su casa de luz. Las energías de Cáncer ayudan a construir esta casa con la sustancia distribuida por Cristo en la Luna Llena de Géminis.
Cáncer nos da la sabiduría del 3° rayo Constructor del Cimiento, Gran Arquitecto del Universo.
Con esta energía la sustancia de la luz, del amor y del po­der se reúne de las esferas superiores y construye nuestro cuerpo de luz, poniendo en él la luz que brilla en las tinieblas, la presencia de Cristo.
Cuando el Sol entra en Cáncer, podemos empezar a pensar más seriamente en construir nuestra casa. ¿Qué función cumplirá esta ca­sa? Nos protegerá de ataques y nos dará seguridad. Una vez construido nuestro templo intuitivo, tenderemos:
continuidad de la conciencia
realización de la inmortalidad
conocimiento de la Jerarquía
contacto con Cristo.
Morya dice: "Ponemos las piedras de los escalones del Templo resplandeciente. En nombre de Cristo trans­portamos las rocas". 
Las "casas" a las que aquí se hace referencia son los cuerpos etérico, astral y mental superior. Estas casas deberán construirse continua­mente, una vida tras otra y en ellas la vida deberá aumentar progresi­vamente. Luego, el hombre deberá construir las casas que aún no tie­ne, como el cuerpo intuitivo, en el que brilla la luz del Cristo interior.
El plano intuitivo es nuestra casa en la que brilla la luz de Cristo. Construimos esa casa para estar con Él, porque en la oscura noche del misterio cósmico, Él es la Luz y Él es el Sendero que conduce al Hogar.
Todos los Grandes que pudieron construir sus casas iluminadas, las ofrecieron como rocas para construir la Casa Mayor, la Je­rarquía, en la que Cristo es la Luz.
En la Jerarquía, las rocas o Maestros individuales, pro­curarán construir mayores mansiones en sus Seres con la sustancia de los éteres cósmicos superiores, para construir una Casa mayor: el Hogar del Padre o Shamballa.
Los graduados en las Iniciaciones superiores son las rocas que construyen Shamballa, Roca Sagrada para construir otro templo en el sistema solar, y este es el proceso que comienza en Cáncer.
Cáncer tiene también influencia del 7° rayo de Orden, Magia y Ceremonial, llamado "El Creador de la Forma", "Quien alimenta al Fuego sagrado", o "El Revelador de la Belleza".
El discípulo trabaja y crea científicamente la forma. Trata de ali­mentar el Fuego sagrado o la Luz sagrada, y procura manifestar a la Luz como belleza.
En nuestra vida, la belleza es la manifestación de Cristo. Una vez que un hombre es Alma viva consciente, se celebra un matrimonio, una fusión mística con Cristo. Uno de los discípulos, reveló este secreto diciendo: 
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, vive Cristo en mí." 
Con esta energía del 7° rayo creamos un campo de servicio. Alimentamos el fuego sagrado del entusiasmo, y revelamos la Belleza interior, el Cristo en nuestra vida.
Hay otras dos energías. El 6° rayo (Devoción e Idealismo) procedente de Neptuno, planeta sagrado, regente esotérico. El 6° rayo ayuda a construir la casa y crea en nosotros “la voluntad de causar". Causar es ser una causa, no un efecto, ser el Yo y no los cuerpos. Esta energía rompe las piedras de la personalidad y libera al es­píritu oculto en las piedras. Una vez rotas las piedras de la personalidad este rayo conduce al Alma hacia los Doce. Se torna conscientemente sensible a las energías del zodíaco y usa estas ener­gías para construir su casa sobre el plano intuitivo.
La siguiente energía es el 4° rayo (Armonía a través del conflicto), simbolizado por la luna. Es la Trompeta del Señor que advierte acerca del enemigo, nos llama al trabajo, y crea la voluntad de armonizar y relacionar. Una buena construcción es resultado de la armonía y proporción correcta.
La luz de esta casa que, al principio, es brillante, crece a medida que el hombre gira en la rueda del zo­díaco expandiendo su conciencia. Cada signo ofrece un matiz o voltaje diferente a su conciencia.

En Aries, está la conciencia subjetiva latente, una luz opaca, simiente de luz en el hombre y en cualquier forma viva. Cuando el Sol entra en Aries empezamos a meditar en la simiente de luz en toda forma.
¿Qué es esa semilla de la conciencia? ¿Qué es la conciencia? ¿Soy consciente? ¿Cómo podré introducir mi conciencia en la per­fección? ¿Cómo podré ver la semilla de la conciencia en cada forma? ¿Cuál será el efecto de esto en mi vida? Esta meditación continuará durante un mes lunar.

En Tauro, la energía nos con­duce hacia la conciencia del sendero. El sendero es la distancia en­tre una persona y su visión suprema, entre ella y a lo que as­pira. El sendero es la distancia y la duración en la que la semilla se convierte en flor. En Tauro, meditamos sobre la conciencia del sendero.
¿Tengo un sendero? ¿Dónde voy? ¿Ten­go una dirección? ¿Estoy perdido en la selva? ¿Soy un bote perdido en las olas del océano? Si hay sendero, éste deberá conducirnos a la sobrevivencia, a la alegría y a la creatividad. ¿Cómo voy a encon­trar mi sendero y ser un sendero que conduzca a los demás hacia la unidad, la síntesis y la armonía?
La conciencia del sendero es comprender que hay un sendero que conduce a la unidad. Cualquier otro sendero que no conduzca a la sobrevivencia, a la alegría y a la creatividad no es un sendero si­no un laberinto en el que una persona corre dando vueltas como un perro en busca de su cola.
Si no hay sendero, no hay posibilidad de sobrevivencia, ni posi­bilidad de existencia. El hombre sólo podrá existir si viaja hacia su divinidad, hacia su futuro. Sólo marchando hacia su destino, el hombre podrá existir. La existencia es un estado creciente de conciencia y un proceso de desarrollo continuo hacia la Divinidad.

Géminis da la oportunidad de pensar en la conciencia de dualidad.
¿En qué dirección debo ir? ¿Serviré a las tinieblas, a la traición, al delito, o serviré al amor, a la luz y a la belleza? ¿Colaboraré, seré amplio y sacrificado, o serviré a la confusión, al espíritu separatista y al egoísmo? ¿Qué quiero? ¿Me droga­ré o me construiré? ¿Ayudaré a la gente o seré explotador? ¿En qué dirección voy? ¿Hacia el espíritu o hacia la materia, hacia mis intereses egoístas o hacia el servicio?

La conciencia de la dualidad es el conocimiento de que hay un sendero doble y que debemos tomar una decisión. Cristo dice que escojamos el sendero angosto porque el ancho es el sendero fácil y perezoso que conduce a las tinieblas y a la muerte. El sendero angos­to conduce a la vida.

En Cáncer está la concien­cia masiva, instintiva. 
¿Cómo podré desarrollar una conciencia masiva, con la que pueda pe­netrar en la conciencia de las masas?”
En este mes la luz en las masas deberá fortalecerse y construirse la casa de luz. El desarrollo de tal comprensión de la uni­dad con toda la humanidad cambiará la faz del mundo y disminuirá el dolor.

Leo es conciencia de indivi­dualidad. ¿Nos sentimos individuos libres, realizados, autodetermi­nados, o respondemos como parte del rebaño? ¿Tenemos concien­cia de nuestro derecho a existir y crear, y que los demás tienen el mismo derecho a existir y crear? Una persona no puede apreciar la individualidad de los demás si no tiene conciencia de su propia individualidad.
Somos un individuo único y el prójimo es un individuo único, igualmente bello. Nuestra existencia demuestra la existencia del otro. La existencia de otra persona demuestra su existencia.
Mi existencia le hace mejorar; su existencia me hace mejorar. Si existo yo solamente, no existo porque no hay nadie que dé testimonio de mi existencia...
La conciencia individual reconoce que somos parte de una gran máquina, pero también reconoce que las otras partes son absoluta­mente necesarias para hacernos valiosos y ayudarnos a realizar nuestro trabajo.

En Virgo desarrollamos la conciencia de Cristo, razón pura, pensamiento despejado, neta expre­sión de unidad, síntesis, armonía, ritmo, consagración absoluta al bienestar humano, total compromiso de servir y sacrificarse, e inven­cible empeño para la perfección.

En Libra debemos desarrollar la conciencia del equilibrio, comprender dónde está una persona en el sendero de la evolución. Su posición, dondequiera que esté, es un equilibrio entre espíritu y materia, entre pregunta y respuesta, entre luz y oscu­ridad, entre comienzo y realización. La conciencia del equilibrio de­berá viajar a los niveles superior e inferior sin perder la luz o el con­tacto de la realidad.
El equilibrio es el esfuerzo enderezado a ser equitativamente consciente de lo superior y lo inferior en cualquier nivel. Es darse cuenta de la divinidad y de la aptitud para vivir en forma de hombre. Un hombre equilibrado lleva consigo la com­prensión y la colaboración dondequiera que vaya, con quienquiera que tome contacto. Crea equilibrio, reconoce el valor y los derechos humanos, y estabiliza la belleza, la bondad y la verdad. Un hombre no podrá estar en estado de equilibrio a menos que su conciencia sea divina y humana al mismo tiempo. Sostener lo Divino y la necesidad de la humanidad simultáneamente.

En Escorpio, se desarrolla la conciencia de la Jerarquía, tratamos de desarrollar un contacto con los seres avanzados y reconocer su existencia colectiva en nuestro planeta.

En Sagitario desarrollamos la con­ciencia del Alma a través de las iniciaciones primera y segunda.
En esta etapa el hombre está despertando a la realidad de que es una existencia inmortal eterna.

Capricornio tiene la misma concien­cia del Alma, pero continúa hasta la 3° iniciación ó Transfiguración.
En este mes, una persona va a construir la conciencia del Alma elevándose desde su efímera naturaleza física, emocional y mental hasta tener vislumbres de su Alma, y crear gradualmente comunicación con Ella.
En Acuario tratamos de desarrollar consciencia grupal, aptitud para unir todas las conciencias separadas y hacerlas trabajar por una meta común: de diferentes modos, si es necesario, pero hacia la misma meta. La conciencia grupal conduce a la colaboración, la armonía y la com­prensión supremas.

En Piscis desarrollamos la conciencia de Shamballa, la consciencia divina. Damos alas a nuestra imagina­ción creadora.¿Hay un modo de entrar en con­tacto con semejante conciencia o de desarrollarla?

Cada vez que encarnamos en un signo, enriquecemos nuestra au­ra con la conciencia de ese signo, una y otra vez hasta que alcanza­mos una etapa en la que empezamos a viajar por el zodíaco en sen­tido contrario a las agujas del reloj.
El viaje a través del zodiaco es para construir nues­tra casa, nuestra aura en la que el Cristo brilla. Al inundarse nuestra aura con sustancia cada vez más elevada, se convierte en una rueda lumínica de 12 rayos que provienen del cen­tro e irradian 12 colores. Nuestra aura corresponde al nivel en el que estamos construyendo nuestra casa.
Cáncer permite a un hombre "que responda a los con­tactos provenientes de todos los puntos de la brújula, de todos los ángulos de la rueda zodiacal y de lo que está dentro y fuera”.
En Cáncer, somos sensibles a las energías de todos los signos zodiacales. El mes siguiente en Leo, comenzamos a iniciar nuestra conciencia individual.
Cáncer se relaciona con la personalidad y con el Alma. En un hombre promedio, influye su personalidad; en un discípulo, influye su Alma. Quienes están en el nivel de la personalidad, usarán la energía para su instinto de conservación. Los discípulos usarán la energía para construir grandes for­mas de pensamiento que servirán para la elevación y la seguridad humanas.
Cáncer es parte de la Cruz Cardinal: Aries, Cáncer, Libra, Capri­cornio. El canceriano recibe energía directa de los otros 5 plane­tas. "El sujeto de cáncer se vuelve sensible a los usos del conflicto (Marte), al funcionamiento de la luz de la intuición (Mercurio) y a la atracción cósmica de Urano, más el intelecto de Venus y la presen­tación de la oportunidad (Saturno).” 
Estas influencias le llegan a los que vencieron a sus naturalezas física y emocional y ahora trabajan en sus mentes superiores.

La meta del discípulo en Cáncer es construir su casa de protección y contacto, y la convertirá en un instru­mento de servicio.

Imagen: EL ZODIACO (Obra de Jorge Kurteff)

22.3.16

LA CRUZ CARDINAL EN ARIES


FESTIVAL DE PASCUA

Parte II

Aries libera el Fuego Cósmico,
Leo libera el Fuego Solar,
Sagitario libera el Fuego Planetario.
Djwhal Khul dice que estos tres fuegos constituyen el Yoga del Fuego, y despeja el camino hacia la resurrección. El Yoga del Fuego o Agni Yoga es la unificación progresiva con la llama interior. La resurrección es el proceso de unificación con fuegos de magnitud progresiva. Primero llega el fuego de la personalidad, segundo el fuego del Alma, y tercero el fuego de la Mónada; tres fuegos que pugnan por ser una sola llama.

Aries es comienzo, regresar a un anterior estado del ser. Al comienzo, los rayos emanaron del Sol Espiritual Central y, a su tiempo, se condensaron, materializaron y convirtieron en átomos. Por la resurrección, bajo la influencia del fuego de Aries, el fuego de los átomos se libera gradualmente y convierte en una llama en un sendero progresivo de evolución. Este proceso continúa hasta que la Chispa en el átomo, o la llama en el hombre, llega a su hogar -- el estado anterior del ser— como el "hijo pródigo".

La intención en Aries es sincronizar nuestros corazones con el Corazón cósmico. Nuestra responsabilidad es elevar, resucitar los fuegos de nuestra naturaleza física-etérica, nuestros fuegos emocionales y mentales, y fundirlos con la Llama del Espíritu. Esta es nuestra resurrección. Reorientar las fuerzas hacia un acto inteligentemente planificado de sacrificio y servicio, de una vida llena de metas, y del Plan y del Propósito de Dios.



LA RESURRECCION EN ARIES

Parte III


Aries inaugura nuevos ciclos. La Pascua aporta una nueva alegría y elevación a la humanidad.

La Sabiduría Antigua dice que el hombre es un rayo irradiado desde el Sol Espiritual Central, que penetró una capa de tinieblas comparativas: el plano físico cósmico, compuesto por los planos denso, líquido, gaseoso, etérico, emocional, mental, intuitivo y tres planos muy sutiles. El rayo penetró en las capas más bajas de este plano y cayó en la trampa de la materia. Al rayo le insumió millones de años despertar, apropiarse de la materia y usarla para saber dónde estaba, qué podría hacer y cómo escapar de esa trampa.

Como nuestro Sol recorre el zodiaco, cada año durante un mes, la energía de Aries penetra en cada rayo dormido y lo sacude para despertarlo y que avance en su regreso al hogar.
Cada 25 mil años, nuestro sistema solar entra en Aries, y durante 2 mil años la energía de Aries enciende la luz de las chispas dormidas y las inspira con el fuego de la resurrección y con el espíritu de la determinación para lograr la liberación. A través de esta energía, que se libera cíclicamente sobre el plano físico cósmico, continúa el proceso de resurrección.
El Rayo Chispa tiene que regresar a través de los 7 planos del plano físico cósmico, creando en cada plano una forma nueva, un reino nuevo y, liberándose de la materia del plano físico cósmico. Esto se realiza por el proceso de Iniciación. Cada iniciación es un peldaño de la resurrección. En la séptima Iniciación, el Iniciado pasa más allá de estas 7 capas de materia y se convierte en un Señor de la Resurrección.

Una de las primeras Chispas que logró tal victoria sobre la materia fue Cristo. Construyó un sendero de retorno de "las tinieblas a la luz, de lo irreal a lo real, de la muerte a la inmortalidad". Durante millones de años, las Chispas viajan de un reino a otro hasta llegar al reino humano, donde la Chispa, a su tiempo, advierte sus prisiones y procura elevarse y volver a su hogar.

El sendero de la resurrección pasa, a través del reino mineral, al reino vegetal, luego al reino animal y penetra en el reino humano. Del reino humano, la resurrección continúa a través de los reinos quinto, sexto y séptimo. En cada reino, la Chispa brilla con mayor belleza, creatividad, e intuición, regresa a su fuente y se convierte en un Resucitado. Luego que se resucita, se es una Chispa libre y puede funcionar en cualquier plano sin limitación. 

El primer rayo de Aries realiza el trabajo de destrucción, y el séptimo rayo de Aries el de construcción. Las civilizaciones, inclusive las culturas, son formas colectivas. Necesitamos civilizaciones y culturas nuevas, para progresar en el sendero de resurrección.
Las formas viejas deben morir para liberar al espíritu. Las formas emocionales son grandes obstáculos. Cómo sentimos, reaccionamos y respondemos emocionalmente tiene sus formas cristalizadas; deseos pesados y atados a la tierra, hechizos, apegos, prejuicios, supersticiones, deben marcharse. Las formas mentales deben destruirse continuamente y construirse nuevas formas para que la ilusión, el fanatismo, las obsoletas y cristalizadas formas de pensamiento no bloqueen el sendero del espíritu en su avance por el camino de la resurrección. Existen formas superiores de pensamiento que nos atan a través del placer y la alegría que, a su tiempo, deberán destruirse.

La nueva religión del mundo se basará en la idea de la resurrección, un proceso de desapego consciente del Yo respecto del no-yo.

Históricamente, los discípulos de Cristo fueron los que llevaron a la consciencia del público el tema de la resurrección. Y Aquél entró en la séptima Iniciación tras la crucifixión, cuando Jesús estaba venciendo a la muerte. En la religión cristiana, hay dos símbolos esotéricos de la resurrección: 
1. La tumba y el Cristo resucitado.
2. El huevo y el pollito.
La tumba es la materia de la que debe surgir el espíritu. El huevo es la personalidad de la que el alma deberá surgir. El plano físico cósmico es un huevo del que el espíritu de la humanidad deberá resucitar. El Cristo es el símbolo de la Vida.

En los antiguos misterios, hay muchas referencias a la resurrección que fueron dramatizadas en varias ceremonias y simbolismos. Por ejemplo, en Egipto, el candidato que era capaz de llegar hasta el aposento del rey y pasar varias pruebas era puesto en el sarcófago, en un suspendido estado de consciencia, donde permanecía durante tres días. Luego de estos tres días, solían llevarle hasta el ápice de la pirámide, en el que, con los primeros rayos del sol, recuperaba su consciencia.

En el antiguo Egipto, a Osiris le mataron y luego resucitó. Uno de sus nombres era "Dios resucitado”. Es interesante que los egipcios solían celebrar la resurrección en primavera. Los egipcios recubrían con negro ropaje la imagen de Osiris y marchaban en procesión, y luego celebraban Su resurrección. Leemos también que al hijo de Osiris, Horus, había resucitado. También estaba Adis quien resucitaba el 25 de marzo.

Persia y Armenia tenían su Mitra, quien resucitaba el 25 de marzo, y nos han dicho que los sacerdotes, en vísperas de la resurrección, solían declarar que “Mitra resucitó de la muerte", y luego la cumplía una gran celebración con velas encendidas.

También nos han dicho que Remo, que era una encarnación de Vishnú, cumplió y sacrificó su vida y, finalmente, fue elevado al cielo, retomando su esencia divina. Zoroastro, a quien se reconocía como mensajero de Dios, ascendió al cielo luego de terminados Su sacrificio y su labor terrenos. Existe también la tradición de que el Salvador mexicano, Quetzalcóatl, fue muerto y luego resucitó.

Leemos los mismos relatos sobre otros muchos grandes de la India, del Tibet, de la China y del África que resucitaron. La diferencia entre estas resurrecciones y la resurrección de Cristo es que ellos conquistaron a la muerte, mientras que Cristo conquistó al plano físico cósmico en conjunto. En la Sabiduría antigua, se mencionan nueve iniciaciones:

1. Nacimiento
2. Bautismo
3. Transfiguración
4. Crucifixión
5. Revelación
6. Decisión
7. Resurrección
8. Transición


9. Rechazo.


CRUZ CARDINAL EN ARIES.
Cruz del Cristo Resucitado. 
Cáncer-Capricornio-Aries-Libra.

La Crisis de Iniciación.La Transfiguración.
La Vida del Espíritu.
Manifestación de la Divinidad.
El Sol espiritual central es llamado a la actividad, y Urano se trasforma en el agente distribuidor Y el centro cardíaco llega a ser, en el cuerpo del iniciado, el centro mediante el cual ejerce control y dirección.

a. En esta Cruz, según la paradoja ocultista, el tiempo y espacio, el Espíritu es crucificado. Sus energías rigen y dirigen al alma cuando avanza en el Sendero de Iniciación.

b. Es la Cruz de la Iniciación y de los comienzos. Concierne “al comienzo del interminable Camino de la Revelación” que se inicia al entrar en el Nirvana, para lo cual las etapas previas al Sendero de Evolución fueron preparatorias.
“Toda belleza y bondad, lo que contribuye a la desaparición del dolor y la ignorancia en la Tierra, debe ser dedicado a la Gran Culminación. Cuando los Señores de Compasión hayan civilizado espiritualmen­te a la Tierra y hecho de ella un Cielo, quedará revelado para el peregrino el interminable Sendero que se extiende hasta el Corazón del Universo. El hombre, que habrá trascendido la naturaleza, e impersonalmente unificado con todos los Seres Iluminados, ayudará a cum­plir la Ley de la Evolución Superior, de la cual el Nirvana es el principio”. (Yoga Tibetano y Doctrinas Secretas.)

c. Es la Cruz de los “brazos extendidos, del corazón abierto y de la mente superior”, y en ella conocen la significación subyacente de: Omnipresencia y Omnisciencia, y están en proceso de desarrollar los aspectos superiores del Ser, que inadecuadamente describimos Omnipo­tencia.

d. Sus energías se fusionan con la energía cósmica. Con­tienen la cualidad de Aquel del Cual Nada Puede Decirse, y están “matizadas con la Luz de los 7 sistemas sola­res”, de los cuales nuestro sistema solar es uno.

e. El alcance y el ciclo de su influencia en la vida del ini­ciado son desconocidos, aún para nues­tro Logos planetario, que está crucificado sobre sus “brazos abiertos”.

21.3.16

PLENILUNIO DE ARIES, Festival de Pascua . 23 de marzo 2016


"Surjo, y desde el plano de la mente, gobierno"


PARTE I



Se dice que los 12 signos del zodíaco forman un loto y cada constelación es un pétalo. Cada uno está cargado con electricidad cósmica. En conjunto, el zodíaco forma una gran usina y las constelaciones presentan cargas eléctricas positivas y negativas. La Vida central de estas 12 constelaciones las carga con fuego cósmico.

El zodíaco es un loto en un loto más grande en el espacio. La Osa Mayor, las Pléyades, Orion y Sirio son partes de este zodíaco mayor. De este zodíaco mayor, el zodíaco menor recibe su suministro de energía y guía y, a su vez, el zodíaco menor suministra energía a muchos sistemas solares, incluido el nuestro. Nuestro Sol, con su familia, el sistema solar, viaja en el espacio y cada treinta días entra en el campo electromagnético de una de estas constelaciones. En cada luna llena nuestro Sol se sincroniza con la corriente energética de la constelación y transmite la energía a los planetas y a nuestra Tierra. Hay sincronización entre la humanidad, la Jerarquía, Shambala, el Logos planetario, otros dos planetas, el Sol y la constelación en la que el Sol se halla ese mes.

Cuando el Sol entra en Aries, se sincronizan Aries, el Sol, Marte, Mercurio y la Tierra. La distribución de la energía de Aries sobre nuestra tierra es transportada a través de Maestros avanzados, Sus discípulos, ciertos devas, y grupos de servidores. La Luna Llena de Aries está consagrada a Cristo resucitado y es el Festival de Resurrección. La energía de Aries es ardiente. Carga y estimula la Chispa en todas las formas y hace que éstas avancen y progresen. La resurrección es el avance progresivo de la Chispa. Resurrección es empeño y trabajo. Empeño es el esfuerzo del Espíritu para vencer a la materia, para vencer al cuerpo y a las emociones, y para vencer al espacio y al tiempo.

El trabajo es el proceso de la manifestación de nuestro logro que alcanzamos a través de empeño. A través de trabajo abrimos nuestros recursos internos, irradiamos nuestra belleza en comunicaciones y relaciones diarias, en servicio, en acciones creadoras, pensamientos, aspiraciones, consagraciones y devociones. Eso es trabajo. Cuando trabajo y empeño se unen, hay resurrección, sendero de la alegría y la beatitud eternas. Resurrección es el sendero de la chispa que vuelve a casa.

Cada uno de nosotros es un Rayo del Sol Espiritual Central, proyectado en la materia. Este Sol, fue lanzado dentro del reino mineral y durante siglos y siglos luchó para destruir sus limitaciones, y entró en el reino vegetal. Esa fue una gran resurrección y empezó a ser perfume, color y belleza vivos. Luego esa Chispa entró en el reino animal, otro paso de resurrección. Luego, la Chispa empezó a hablar y empezó a pensar y se convirtió en ser humano. Algunos seres humanos trabajaron muy arduamente, sufrieron mucho tiempo, se empeñaron, trabajaron, prestaron servicios y se sacrificaron; y entraron en el quinto reino, a través del cual pasaron Cristo, Buda, Zoroastro, Hércules y otros. El sendero de resurrección no parará allí, continuará en el sexto reino y luego en el séptimo. El séptimo reino da libertad respecto del sistema solar. Esa es la consumación del sendero de la resurrección para un ser humano.

A través del séptimo reino, la Chispa resucita respecto del plano físico cósmico, y entra por la puerta del plano astral cósmico. La Chispa es el Rayo del Sol Espiritual Central y retorna a la Fuente. Nadie sabe dónde llevará ese progreso. Hasta los Grandes dicen que tras el sistema solar se abre la esfera del misterio mayor.

El proceso de la resurrección en los reinos inferiores deberá repetirse en el ser humano, y allí comienza el sendero difícil. Tal como la Chista estaba adherida al reino mineral, así nosotros lo estamos a nuestro cuerpo. Pensamos que luego que este cuerpo desaparezca, todo termina. Morimos para la forma. Estamos en una espiral superior, pero aún adheridos al reino mineral representado por nuestro cuerpo. Quienes se empeñan y trabajan a través del proceso de la resurrección, podrán entrar en la consciencia emocional. El plano emocional, con sus gustos y disgustos, susceptibilidad, emociones negativas, hechizos, agitaciones emocionales, etc., es una selva. Si un ser humano quiere resucitar del reino humano y entrar en reinos superiores, debe vencer sus emociones y hechizos, que son identificaciones emocionales. Y entrará en el mundo mental, una prisión que actúa a través de ilusiones y hechos deformados. Hay en la mente muchas redes, como: orgullo, vanidad, egoísmo, separatividad.

Resurrección es construir puentes entre un reino y otro. Los que trabajan arduamente y vencen sus impulsos y tendencias, hechizos e ilusiones, construirán este puente. Luego de construir el puente y cruzarlo, cada uno dirá: --Soy un camino por el que los hombres podrán realizarse. Mi experiencia, mi trabajo, mi servicio y mi sacrificio son el puente.
Este puente lo construyeron las realizaciones y el sacrificio, la consagración completa y el sentido de síntesis y unidad. Y, una vez construido el puente, se vence al miedo porque se venció a la muerte. Vamos a desarrollar la consciencia de la realidad que esencialmente SOMOS.

La resurrección es una fusión gradual con un nivel superior de la existencia.

En la época de Luna Llena, podemos tener una experiencia real o un destello de iluminación, y decir: “Yo soy una Chispa”. Y ese es un momento de resurrección. En el sendero del discipulado, lo importante es el esfuerzoEn cada etapa, se crea una nueva cultura y una nueva civilización. Como el fuego interior avanza de un reino al otro, el campo del contacto del hombre se expande y a su tiempo toda la existencia llega a ser el campo de su actividad. Esta es “la vida más abundante” a la que se refirió Cristo. La Luna Llena de Aries es la Luna Llena de Cristo, pues El, por primera vez, apresuró la liberación de Su fuego interior hasta que, hace 2 mil años, El entró en la Casa del Padre.


TRABAJO DE HERCULES EN ARIES
CAPTURA DE LAS YEGUAS DEVORADORAS DE HOMBRES

"Hércules, pasa el Portal y entra en el Camino. Haz tu trabajo y vuelve relatando el hecho".
Y Hércules salió confiado.

Diómedes, hijo de Marte, gobernaba y criaba caballos y yeguas salvajes.
"Captura estas yeguas y libera esta tierra".
"Abderis", gritó Hércules a su amado amigo, "ayúdame". Arrinconó y maniató las yeguas salvajes. "Abderis, conduce estos caballos a través del portal". Y se marchó.
Pero Abderis no pudo retenerlas, y las yeguas lo mataron y escaparon. 
Hércules volvió, buscó a las yeguas, atrapó los caballos y los condujo por el Portal. 
El Maestro dijo: "El primer trabajo termi­nó, pero mal hecho. Ve al segundo Portal".

En Aries, Hércules comenzó en el plano de la mente en su esfuerzo por capturar a las yeguas devoradoras de hombres y fracasó porque trató con ellas desde la personalidad.


Aries es esperanza de victoria. Hércules debía empezar a ganar control mental. Durante eras las yeguas engendraron caballos guerreros y, con pensamientos y palabras equivocados, e ideas erróneas, devastaron la comarca. Hércules capturó a las yeguas madres y las entregó a Abderis, símbolo del yo inferior. Pero Hércules (alma) y Abderis (personalidad) al unísono se necesitaban para guardar a esos caballos devastadores.

Aries gobierna la cabeza o la mente. Y los caballos son nada más que pensamientos o ideas. Los pensamientos son dificilísimos de controlar, pero a menos que los controlemos, no hay victoria.
Hércules primero debía controlar sus pensamientos y, con su amigo, los controló. Solo en el plano mental se toma contacto conscientemente con el fuego de Aries y se lo distribuye hacia los reinos inferiores. Arrinconó a sus pensamientos, los ató y los controló totalmente.


RAYOS Y CONSTELACIONES
Aries introduce en nuestro sistema solar la Luz de la Vida o el Fuego Eléctrico. Tiene dos rayos: el del Sol, primer rayo, y el rayo de la personalidad, séptimo rayo.
El rayo monádico de nuestro Logos planetario es el rayo 1, que está transmitiendo el Fuego Eléctrico a nuestro planeta.
El rayo del Alma de nuestro Logos planetario es el rayo 2.
El rayo de la personalidad es el 3, usado para la transfiguración.

El rayo 1 es la voluntad de iniciar y la iniciación es el proceso de la liberación del fuego, el Fuego Eléctrico del Yo.
El rayo 7 es la voluntad de expresar. Expresa al fuego liberado en cada reino y el resultado es la cultura y las civilizaciones.
Marte, referente exotérico, produce conflicto y muerte de la forma, rayo 6. Mercurio, referente esotérico, produce iluminación y desarrolla intuición, rayo 4.
Aries atraviesa Marte y causa idealismo, fanatismo destructivo, lucha, pendencia, guerra, esfuerzo y evolución.
Aries atraviesa Mercurio, y produce armonía. Mercurio ilumina la mente y media entre el Sol y la personalidad. Es mensajero de los Dioses.
Marte trae guerra o pugna. Si nuestra personalidad está purificada, causa pugna, una forma de guerra contra las limitaciones; pero si la personalidad está contaminada por el interés personal, el materialismo y el odio, Marte trae guerra, y mediante dolor y sufrimiento, obliga a purificarse. Mercurio da intuición e iluminación, y conduce a reconocer el Plan divino.
En luna llena de Aries, tenemos a las energías de los rayos 1, 4, 6 y 7 trasmitidas a las formas planetarias de vida a través del foco de los rayos 1, 2 y 3 del Logos planetario.
El rayo 1 quema y destruye obstáculos, y libera para un ulterior progreso. En Aries, con esta energía pueden quemarse formas de pensamiento y obstáculos del progreso espiritual.
El rayo 7 produce servicio grupal, sacrificio grupal, orden, ritmo y manifestación. Esta energía podrá usarse para acrecentar el espíritu del servicio sacrificado, para organizar nuestra personalidad y nuestra vida social en armonía con el Plan divino y manifestar nuestros rayos espirituales en una vida creadora.

Las 12 constelaciones del zodíaco son los 12 pétalos de la energía electromagnética. Corresponden al Loto de 12 pétalos en el plano mental superior. 4 pétalos son pétalos del sacrificio, 4 del amor, y 4 del conocimiento. El zodíaco se divide de modo parecido. Los 4 signos que forman la Cruz Cardinal son los pétalos del sacrificio. Los 4 signos de la Cruz Fija son los pétalos del amor. Los 4 de la Cruz Mutable son los pétalos del conocimiento. Como Aries introduce el fuego del sacrificio y la síntesis, pasa a través de los 4 pétalos del sacrificio y se imprime en nuestros 7 centros.

El rayo 6 da visión. Es devoción, idealismo, voluntad de causalidad. En Aries puede utilizarse imprimir ideas y visiones elevadas.
El rayo 4 se usa para destruir limitaciones y alcanzar armonía, belleza e intuición. Es voluntad de armonizar. En Aries puede utilizarse para destruir limitaciones y crear armonía y belleza en nuestra vida, con ayuda de la intuición.

Con estos rayos hay 4 notas claves de Aries.
Para expresar la voluntad de hacer y ser, a través del rayo 1.
Para desarrollar el poder de manifestación, mediante el rayo 7.
Para entrar en batalla por el Señor, mediante el rayo 6, bajo órdenes de Marte.
Para llegar a la unidad a través del esfuerzo, mediante el rayo 4, bajo órdenes de Mercurio.

El Maestro Djwhal Khul dice “Aries es el lugar en el que toma forma la idea inicial de instituir la actividad. Es el sitio natal de las ideas, y una idea verdadera es en realidad un impuso espiritual que toma forma: subjetiva y objetiva”.

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