10.1.14

PLENILUNIO DE CAPRICORNIO . 16 de enero 2014


"Estoy perdido en la Luz Suprema,
y a esa luz doy la espalda
"

El verdadero Capricornio puede actuar en ambos extremos de conciencia: el materialismo más denso ó la percepción iluminada del iniciado.


Capricornio da una imagen de la humanidad con sus pies en la Tierra y, sin embargo, corriendo libremente hacia las cimas de la ambición mundana o de la aspiración espiritual en búsqueda de lo que percibe como principal necesidad. Como carnero, es terrenal, codicioso buscador de la satisfacción del deseo, o el aspirante, el buscador egoísta a la caza de la satisfacción de su aspiración.

El ser humano es "un animal más un Dios vivo en la forma física". Capricornio parece representar, en su estimulación, ambos aspectos de la constitución humana. Todavía enfocado en la naturaleza material se encuentra un ambicioso animal, luchando por sus propios intereses egoístas, preparado para llegar tan lejos como sea necesario para satisfacer sus necesidades y deseos. Los aspirantes al discipulado que se encuentran bajo esta misma influencia están espoleados e inspirados en su ascensión, saliendo de las profundidades de la vida controlada por la forma hacia la luz y la gloria de la experiencia de la cima de la montaña, o iniciación.
Por eso, según dónde se encuentre un individuo en el sendero de evolución, Capricornio estimulará todo lo material, o centrado en la forma, o todo lo espiritual. En Capricornio estamos ante el triunfo de la materia, que alcanza su expresión más concreta y densa; pero este triunfo es seguido por el del espíritu. En Capricornio se encuentra la plena expresión de la naturaleza terrenal, pero también se encuentran inmensas posibilidades espirituales.
Capricornio es un signo de conclusión pues representa las profundidades de la degradación o de la cristalización y las cimas del logro espiritual: los dos polos de toda la experiencia humana. También es el signo de los nuevos comienzos, ya que cada final es sólo la conclusión de una fase o ciclo, y cada logro es un paso hacia el crecimiento.
Capricornio inaugura un nuevo ciclo de esfuerzo. La situación actual del mundo indica que la humanidad se encuentra en ese estado de agitación previo a un avance decisivo en el desarrollo de la autoconsciencia. El siguiente paso implica la expresión del sentido de la responsabilidad, que es la primera flor y fruto de la percepción autoconsciente, una primera indicación de que el alma está haciendo sentir su presencia. El conflicto actual se debe al enfrentamiento entre el crecimiento espiritual, en todos los niveles de percepción humana, y la resistencia de las fuerzas impenitentes de la personalidad y a la batalla que está librándose entre las fuerzas del materialismo atrincheradas en la forma humana y las fuerzas de la Luz trabajando a través de la Jerarquía espiritual de Luz y Amor. Es similar a la batalla final en el individuo entre la personalidad (el Morador en el Umbral), y el alma (el Ángel de la Presencia).
Capricornio guarda el secreto del alma, revelado al discípulo en el punto culminante de la tercera iniciación, la transfiguración de la personalidad por el alma en la cima de la montaña. Pero esta revelación sólo puede tener lugar como resultado de la capacidad de elevarse por encima de las limitaciones de la personalidad, de persistir en el camino de ascensión a pesar de los obstáculos y las dificultades.
Sobre estos cimientos puede eventualmente desarrollarse la superestructura de una forma de vida amorosa y responsable, que refleje los valores del alma. Este crecimiento de conciencia se convierte en el camino de iniciación, el camino hacia la cima de la montaña, hacia esa luz suprema que revela al alma como el verdadero Ser, al Plan como la responsabilidad del discipulado y a la Jerarquía espiritual del planeta como el centro de amor donde, a través de la iniciación, se admite al discípulo aceptado.
Capricornio es el signo destacado de la iniciación. Según los antiguos mitos y leyendas, todo dios sol nace en este signo. (Un dios sol es aquel cuya tarea es revelar algún aspecto del principio del alma: amor, luz y voluntad cósmicos.) La cumbre de la experiencia puramente humana, la tercera iniciación de Transfiguración, está regida por Capricornio. En ella el alma revela su belleza, verdad y bondad en la consciencia del discípulo, confirmando su logro y estableciendo el camino por delante. Martín Luther King habló de haber estado en la cima de la montaña y haber contemplado la "tierra prometida". Se refería a la promesa que el alma extiende a toda vida humana. La superación de las limitaciones personales y las barreras impuestas por las circunstancias sólo son posibles a la luz de un estado de conciencia más elevado e inclusivo.
Para todos los discípulos, el camino hasta la tercera iniciación, incluida, es el camino del servicio entre los "hijos de los hombres", todavía sufriendo en los planos y valles de la experiencia humana. Los iniciados dejan atrás la experiencia en la cima de la montaña, vuelven sus rostros hacia el campo de servicio y enfocan toda su atención y energías en el reino humano.
"Estoy perdido en la luz suprema y a esa luz doy la espalda"... el discípulo gira sobre el pedestal de luz y se vuelve en dirección opuesta. Vuelve su rostro hacia la oscuridad y los 7 puntos de luz dentro de sí mismo transmiten la luz que irradia hacia el exterior y he aquí que los rostros de los que hollan el sendero oscuro reciben esa luz. Para ellos el camino no está oscuro. Detrás de los guerreros, entre la luz y la oscuridad, resplandece la Luz de la Jerarquía.
Con nuestras conciencias meditativas, cooperemos con la oportunidad de servicio que proporciona este Festival de Capricornio.
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