20.2.15

PLENILUNIO DE PISCIS . 5 de marzo 2015



"Abandono el hogar de mi padre 
y, retornando, salvo"

extractos de LOS TRABAJOS DE HÉRCULES, ALICE A. BAILEY

Piscis gobierna los pies y es signo de muerte del cuerpo, ó de una amistad indeseable, ó de la devoción a una forma religiosa, ó de la personalidad ó  un salvador del mundo, pues es signo de crucifixión y marca el fin de un ciclo zodiacal.

Hay 3 signos de salvación:
Leo, el hombre se para sobre sus piernas y prueba su equipo para avanzar.
Sagitario, signo del servicio y el silencio. 
Piscis, signo de los salvadores del mundo.






TRABAJO DE HÉRCULES EN PISCIS: 
CAPTURA DE LA MANADA ROJA DE GERIÓN

El Maestro dijo. "Estás delante del último Portal. Marcha hacia Eritia donde la Gran Ilusión está entronizada: Gerión, el monstruo de 3 cabezas, 3 cuerpos y 6 manos, es señor y rey. Ilegalmente retiene una manada de Bueyes rojizos. y debes conducirla hasta nuestra Ciudad Sagrada. Cuidado con Euri­tión, el pastor, y su perro de 2 cabezas, Ortro. Invoca la ayuda de Helios”.

Hércules partió. En un templo, hizo ofrendas a Helios, dios del fuego en el sol. Meditó y le fue concedido un favor. Un cáliz de oro cayó a sus pies para cruzar los mares y llegar a Eritia.
Desembarcó en una playa y llegó a la pradera de la rojiza manada y el perro se abalanzó y Hércules, con un golpe decisivo, lo derribó. Euritión, temeroso, suplicó le perdonara la vida. Hércules lo concedió. Condujo a la manda rojiza delante de él, y volvió su rostro hacia la Ciudad Santa.
Hércules y Gerión, soplando fuego y llamas por sus 3 cabezas, se enfrentaron. Hércules disparó una flecha que atravesó los 3 cuerpos del monstruo, que se cayó.

Hércules condujo al ganado a la Ciudad santa, con gran dificultad. Cuando Erix el luchador, lo desafió, Hércules lo derribó. Cuando el gigante Alcione le arrojó una roca pesada, éste la detuvo y la lanzó para matar al que se la había enviado.
Regresó y el Maestro esperaba: "Bienvenido, la joya de la inmortalidad es tuya. Con estos 12 trabajos has superado lo humano, y ganado lo divino. Terminados los trabajos humanos, tus tareas cósmicas empiezan".
Desde la Cámara del Concilio una voz decía "bien hecho, Hijo de Dios".

Hércules recibió órdenes (Piscis es obediencia) de traer la manada de Gerión a la Ciudad Sagrada. Navegó en una copa de oro y al llegar trepó a la cima y pasó la noche orando. Luego mató al perro de 2 cabezas y al dueño del ganado colorado. Hércules colocó el ganado en la copa de oro, lo llevó a la Ciudad Sagrada, y lo ofreció a Atenea, Diosa de la Sabiduría. Esta Ciudad Sagrada constaba de 2 villas conectadas por un muro y una entrada llamada Puerta del León.

Hércules, salvador del mundo, tuvo una visión de la humanidad poseída por un monstruo de 3 cuerpos, símbolo de los cuerpos mental, emocional y físico unidos. La humanidad, monstruo humano, está lista para la salvación.

El ganado rojo simboliza los deseos inferiores, cuidados por un pastor, la mente, y un perro de 2 cabezas, materia y naturaleza física. Hércules se compadeció del pastor pero mató al perro de 2 cabezas. La humanidad, con las mentes firmes en la luz, puede transmitir energía espiritual. El guardián del ganado, aspecto forma, fue matado, pero el pastor y el ganado fueron levantados en la copa de oro, el Santo Grial. El Salvador del Mundo levantó a la humanidad.


RAYOS Y CONSTELACIONES

LA FAJA conecta 2 peces, uno hacia el norte, aspirante, y otro en el horizonte, persona común.
ANDRÓMEDA, mujer encadenada, materia subyugada.
REY CEFERO, esposo de Casiopea y padre de Andrómeda. Es Espíritu o Padre.

Piscis introduce la energía del primer rayo de voluntad o poder, y la energía de segundo rayo de amor y sabiduría. Así, el Propósito y el Plan se han entretejido en la conciencia humana, para interpretarlos y revelarlos a través del despertar de su corazón y mente. La fusión de corazón y mente crea un salvador mundial, o un servidor mundial. Y la fusión de corazón y mente es esencial para el proceso evolutivo en este sistema solar.



extractos de SINFONÍA DEL ZODÍACO, TORKOM SARAYDARIAN


Cuando el Sol entra en PISCIS, el pisciano siente que está rodeado por un nuevo género de energía, que le resulta familiar. Para el pisciano promedio, éste es un mes para "entrar en materia". Necesita tocar la materia y sentirse más seguro. La materia del cuerpo, el dinero, las ropas, los edificios, todo lo concreto le atrae con un nuevo hechizo. A veces, esto ayuda al pisciano a descender al mundo de la realidad. Baja a la tierra desde sus fantasías, y se contacta con la realidad material; algunos quedan atrapados en ella; otros desarrollan una actitud más equilibrada hacia la vida. Si es un discípulo, la energía de Piscis crea una respuesta diferente que se formula como: ”Abandono el Hogar de mi Padre y, retornando, salvo". 

El "Hogar del Padre" puede ser el foco supremo del conocimiento, una gran visión, una dicha, una realización y un conocimiento creadores. El discípulo da su espalda y siente el gran impulso de traer a la humanidad los nuevos valores con los que toma contacto, las nuevas visiones. Este servicio puede prestarse en cualquier sector del esfuerzo humano.
Para el discípulo, el Hogar del Padre es un propósito, que sintetiza las aspiraciones y sueños mejores de la humanidad. Su servicio es hacer descender su consciencia al mundo práctico y trabajar en pro de la manifestación del Propósito; éste es su servicio.
En la era de Piscis, que estamos dejando detrás, se enfatizó el Hogar del Padre, la Ciudad de la Paz. Cristo suele mencionar el Hogar del Padre, desde el que El fuera enviado para dejar que la Luz brillase en los sitios oscuros. 
En la Gran invocación, al Hogar del Padre se lo invoca en el tercer verso:
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres:
El propósito que los Maestros conocen y sirven.


El símbolo de Piscis presenta dos peces atados con un hilo. Uno es grande y el otro pequeño. El pequeño es la personalidad o las na­turalezas física, emocional y mental, cuando se funden y mezclan como una unidad. El otro pez es el alma humana, el Yo, el hombre real. El hilo de la vida es el hilo que ata ambos peces, y proviene del centro interior del Yo, alimentando a las vidas de la personalidad en sus tres niveles. Ambos peces están atados jun­tos y los movimientos de un pez afectan al otro.

Mucho tiempo en el sendero de su evolución, el hom­bre actúa como el pez pequeño, y el grande le sigue. Al evolucionar, el pez pequeño pierde su con­trol y el pez grande se traga al pequeño y se convierte en una personalidad fundida con el Alma: la personalidad obedece al Yo superior e irradia la luz, el amor y el poder del Yo interior en todas sus actividades, emociones y pensamientos. Ahora la personalidad sólo existe para servir al Yo superior. Esa transformación se logra por 3 notas claves: prisión o cautiverio; renunciamiento o desapego; sacrificio y muerte.

En el primer ciclo, la Chispa humana es aprisionada en la personalidad triple, y la vida de los vehículos físico, emocional y mental la reduce a cautiverio.
En el segundo ciclo, el alma humana despierta lentamente, y se aparta del anhelo de personalidad.
En el tercer ciclo, el alma se sacrifica para redimir las vidas de la personalidad, e introdu­cir a la personalidad en la muerte mística, donde se transforma y se transfigura dejando que la plena luz del Alma se irradie en el mundo.

La clave principal es el desapego: de los im­pulsos y tendencias ciegos, de las trampas emocionales, de las crista­lizaciones mentales y de la esclavitud del interés por uno mismo.
Mientras estemos apegados a nuestras personalidades, ha­remos, sentiremos y pensaremos cosas que no sean en interés de nues­tra evolución espiritual. Un punto de desapego es la oportunidad pa­ra que el Alma gane el control.
El apego físico conduce a los hábitos; el apego emocional condu­ce a las perturbaciones emocionales; y el apego mental conduce al fanatismo. Estos fenómenos son una forma de solidificación de la fuerza y la energía en el aura, por donde circula la vida de la personalidad.
El desapego es el proceso de disolución de esas solidificaciones y la libertad de la conciencia para actuar sin hábitos, perturbaciones emocio­nales y fanatismo.

Estamos apegados a nuestros útiles mentales: nuestras opiniones y tradiciones, y nuestros datos recogidos por diversos me­dios. Si no los transformamos en sabiduría, son obstácu­los en el sendero. No podemos expandirnos más allá de ellos, porque todos estos datos construyeron una norma dentro de nuestra mente y no podemos ver más allá de ella. Los que están apegados ciegamente a sus personalidades van hacia la materia; pero los que están liberados y marchan hacia su esfera es­piritual son luces brillantes en sus hogares, en su nación y en el mundo.


El pez grande simboliza a los que aumentan su luz, y el pez pequeño simboliza a los que son prisioneros de sus personalidades. En Piscis, que la naturaleza superior de nuestro ser reciba más energía, y el pez pequeño siga al pez grande.
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