30.11.14

PLENILUNIO DE SAGITARIO . 6 de diciembre 2014

"Veo la meta, alcanzo esa meta
y luego veo otra"

El Festival de la Luna Llena de Sagitario se celebra en meditación y reflexión grupal por todo el planeta. Un mayor entendimiento del significado y empleo de la energía disponible, cualificada por Sagitario, hace posible la recepción y la distribución de esta energía a la conciencia humana.

En épocas pasadas, Sagitario estaba simbolizado por el Centauro, el inseparable hombre animal. Hoy, la evolucionante humanidad está simbolizada por el arquero sobre un caballo blanco: liberada y controlando la naturaleza animal. El arquero, la conciencia humana liberada, indica el sentido de dirección: la trayectoria recta y precisa de la flecha del poder mental y de la aspiración hacia una meta superior. Esto queda ilustrado por la nota clave de Sagitario: "Veo la meta, alcanzo esa meta y luego veo otra".

La energía que fluye a través de Sagitario a nuestro sistema solar, a nuestro planeta y al centro de conciencia que llamamos humanidad, estimula las cualidades humanas del idealismo y de la intuición. Estas características inherentes, o cualidades del alma, conciernen a la naturaleza subjetiva, al estado de percepción consciente de cabeza y corazón, luz y amor. El idealismo concierne a la visión: el poder de visualizar o imaginar nuevas metas. La sensibilidad a ideales superiores inspira nuevas actitudes de mente y corazón y abre a nuevas experiencias. La humanidad es esencialmente idealista, habiendo vivido a través del largo período de 2000 años de la era Pisceana durante la cual la energía del idealismo y la devoción desempeñó un papel sumamente influyente. El idealismo ni se ha desechado ni se ha quedado trasnochado; pero a medida que avanzamos en conciencia bajo las cambiantes energías de la era de Acuario, los aspectos más negativos y fanáticos del idealismo son trascendidos o abandonados. A medida que el entendimiento reemplaza a la devoción, los ideales aceptados reflejan con mayor exactitud las ideas subyacentes e inclusivas. Detrás de cada ideal se encuentra una idea o concepto mental, una forma mental. Un ideal es la relación entre la idea y su expresión en el plano físico. Se dice que cada idea verdadera es un "impulso espiritual tomando forma".También el sentido de dirección es una fuerza poderosa y disponible en Sagitario. En estos tiempos la energía de este período específico de Luna Llena transmite la captación de una meta y propósito significativos en la vida.

En este signo, las fuerzas del conflicto son sumamente poderosas. Cada vez que un ser humano entra bajo la influencia de Sagitario es con el objetivo de reorientarse hacia alguna perspectiva nueva y más elevada, con la tarea de reenfocarse en un objetivo superior y con el desarrollo de algún propósito básico y orientador. Estos propósitos en desarrollo pueden ir desde un deseo puramente animal, pasando por la egoísta ambición humana, hasta la lucha de los aspirantes a discípulos o de los iniciados por alcanzar la necesaria liberación hacia la que la totalidad del proceso evolutivo les ha impelido. En Sagitario, ese intelecto que se ha desarrollado, utilizado y finalmente iluminado, se vuelve sensible a una experiencia de tipo mental todavía más elevada, a la que damos el nombre de percepción intuitiva. Surgen destellos de luz respecto a los problemas; se contempla una visión de logro distante y sin embargo posible; el buscador comienza a salir de las profundidades y ve ante sí la experiencia de la montaña, que ahora debe comprender. Caminando no ya en la oscuridad, sino contemplando lo que debe hacerse, los discípulos realizan un rápido progreso y viajan "raudos por el camino".

Aprenden a comprender el significado de la luz creciente que saluda su progreso a medida que suben hacia la cima de la montaña. Los destellos de intuición a los que están acostumbrándose se convierten en la resplandeciente y constante luz del alma, irradiando la mente y proporcionando ese punto de tensión que debe siempre constituir la fusión de las dos luces, la luz mayor y la menor. La luz de la personalidad y la luz del alma se mezclan, produciendo un servidor de la humanidad inteligente y cooperador. El principal objetivo es el empleo inteligente de todos los poderes para lograr la consecución de alguna meta. Para el servidor planetario, la meta es la expresión del amor-sabiduría consagrado siempre al bien de la totalidad. Desear aquello que es bueno para toda la familia humana demuestra ser la dirección tan estimulada en este período de Luna Llena especifico. Todo cuanto sirve a la necesidad de la humanidad se convierte en una meta, revelando con el tiempo una perspectiva más amplia: el iluminado y dedicado grupo de servidores mundiales. Respecto al futuro de la humanidad, se mire por donde se mire el estado actual del mundo, la sabiduría constituye una necesidad fundamental. Sólo la inteligencia, acompañada de una amorosa iluminación, o sabiduría, puede liberar a la humanidad a un futuro más razonable.

La conciencia en Sagitario avanza firmemente hacia una meta específica. Este sentido de orientación y dirección es característico del individuo iluminado o sabio. La facultad de dirección sensible en las primeras etapas se convierte en esfuerzo por distinguir entre la actividad del alma y la de la personalidad, a lo largo de las directrices del Plan divino, “1a dirección ordenada del pensamiento de Dios”. No existe dirección real separada del pensamiento y el pensamiento es poder. El pensamiento es también responsabilidad. Las palabras "poder" y "responsabilidad" son, de hecho, intercambiables. Con la percepción de poder llega la responsabilidad al todo mayor, se reconozca o no. Los aspirantes, a una comprensión mayor, deben asumir eventualmente la responsabilidad del control y dirección mentales de sus propias vidas, de manera que avancen de acuerdo a un plan autoestablecido y hacia una meta claramente visionada.

Sagitario proporciona un punto de equilibrio en el que la visión se profundiza conscientemente y la actividad significativa se expande. En la meditación, se desarrolla el ojo firme que percibe claramente los valores espirituales superiores, antes de disparar la flecha de poder mental con plena intención hacia la meta que quiere alcanzarse. Esta es la cualidad que, a medida que se desarrolle, conducirá a la humanidad a través del portal de la iniciación.

Si lo pensamos, durante este Festival trabajamos con una energía clara, inspirada por la voluntad, sobre un rayo de luz dirigida, enfocada; una luz tan absorbente y concentrada que la meta inmediatamente siguiente que debe alcanzar la humanidad queda plenamente revelada. Esa meta es una situación mundial de correctas relaciones entre los seres humanos y entre las naciones; de cooperación y de compartir entre todos los pueblos, razas e ideologías; y de una correcta distribución de los recursos mundiales, que pertenecen a toda la humanidad. A medida que los extremos de cualquier tipo van eliminándose y que la moderación y la razón se vuelven descriptivas de la humanidad, la palabra "unidos" podrá comenzar a acercarse a su verdadero significado. Manteniendo esta meta y visión en la meditación junto con el grupo planetario, nos volvemos abiertos y receptivos a las energías predispuestas de Sagitario, dominadas por el amor y la sabiduría, la armonía y el idealismo. Este propósito unido genera un campo de fuerza magnético invocativo que, literalmente, dirige las energías de luz y amor directamente a la consciencia de la humanidad. EmpleandoLa Gran Invocación en la línea del tipo de dirección de la energía de Sagitario, estas energías se vuelven asequibles al campo de la consciencia humana, influyendo en las actitudes de mente y de corazón de todo el planeta, inspirando sensibilidad a los valores espirituales.

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