"Surjo y desde el plano de la mente, gobierno"
Es posible realizar un trabajo de meditación grupal efectivo en cada período de plenilunio y en esta época el trabajo coincide con la Luna Llena de Aries y el Festival de Pascua. Muchos individuos de todo el mundo están conociendo, a través de la experiencia, el valor de la meditación, y hay un creciente reconocimiento de la potencia de la meditación grupal. Los grupos que meditan como acto de servicio pueden invocar, recibir y liberar esas energías espirituales que tocan e inspiran lo mejor de la humanidad.
Las energías de luz, amor y voluntad al bien siempre están disponibles para quienes las contactan en meditación; pero hay ciclos en el flujo y reflujo de las energías espirituales con los que pueden cooperarse concientemente. La luna en sí misma no influye sobre el trabajo, pero su órbita totalmente iluminada indica un alineamiento sin impedimentos entre nuestro planeta y el sol.
Celebramos el Festival de Pascua no como un Festival exclusivamente cristiano, sino como un evento planetario, en el que puede participar cualquier persona de cualquier creencia religiosa; porque el Cristo es la misma “gran identidad” en todas las religiones mundiales. El Festival de Pascua es el Festival del Cristo resucitado, vivo, el instructor de la humanidad y el Guía de la Jerarquía espiritual del planeta, ese reino de la naturaleza que conocemos como el reino de las almas. Él es expresión y encarnación del amor de Dios. En este Festival de Pascua la naturaleza del amor de Dios sobresale como fuerza viva, radiante.
Las “Fuerzas de Restauración" están activas en el Festival de Pascua y se conectan con el principio de inteligencia en la naturaleza divina, estimulando el intelecto humano. Esta energía es especialmente creativa. Es una energía de masas, relacionada con la estimulación de la inteligencia colectiva. Hace que la gente piense, planifique y actúe. Produce el despertar de la mente para actuar con inteligencia. La acción depende del tipo de mente y etapa evolutiva de quienes responden a las Fuerzas de Restauración. Otros condicionantes son el trasfondo racial y nacional y las tradiciones religiosas y culturales. Estas fuerzas activas frecuentemente aumentan las dificultades iniciales pero reorganizan la vida nacional. Sus efectos son fundamentalmente físicos. Su objetivo es producir la nueva Tierra y la evidencia externa de una afluyente nueva vida.
La vivacidad espiritual y la “vida más abundante” son las cualidades más destacadas del Festival de Pascua. La humanidad ha atravesado un largo, oscuro cielo de muerte y destrucción. La crucifixión y la “cuestión de la sangre” han dominado el retrato cristiano del Cristo pero El es una presencia viva y estamos emergiendo a la luz de la nueva era.
El nuevo mundo expresará la luz, el amor y el conocimiento Divinos en un crescendo de revelación:
1. Se concederá poder a los discípulos e iniciados, para dirigir eficaz y sabiamente el proceso de reconstrucción.
2. La voluntad de amar estimulará a la gente de buena voluntad, venciendo al odio. La necesidad interior de vivir juntos cooperando ya existe y está sometida a estimulación.
3. La voluntad de ACTUAR conducirá a personas inteligentes a inaugurar actividades para un mundo nuevo y más feliz.
4. La voluntad de COOPERAR crecerá. La gente deseará y exigirá correctas relaciones como modo de vida natural.
5. La voluntad de CONOCER y PENSAR correcta y creativamente se destacará. El conocimiento es el primer paso hacia la sabiduría.
6. La voluntad de persistir se convertirá en una característica humana, sublimación del instinto básico de supervivencia, hacia una creencia persistente en los ideales presentados por la Jerarquía y en la demostración de inmortalidad.
7. La voluntad de ORGANIZACION avanzará un proceso constructivo bajo inspiración de la Jerarquía. Su medio de desarrollo será la potencia de la voluntad al bien y la receptividad de la buena voluntad.
En el Festival de Pascua, las Fuerzas que nos permitirán transformar la vida y vivir creativa y bellamente, se nos hacen ampliamente asequibles. Todo el proceso evolutivo tiende hacia la revelación de lo bueno, lo verdadero y lo bello. Estos principios se corresponden con la triple función planetaria del Cristo como "Camino, Verdad y Vida", valores básicos del Cristo inherentes a la humanidad.
Podemos cooperar en la meditación con las metas de la nueva era de buena voluntad mundial, correctas relaciones humanas y paz. Podemos abrir nuestros corazones y nuestra conciencia al Cristo vivo y liberar las Fuerzas de Restauración por la energía claramente dirigida en la meditación grupal, concentrada a través de La Gran Invocación.
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