PLENILUNIO DE TAURO . FESTIVAL DE WESAK . 14 de mayo 2014

"Veo, y cuando el ojo está abierto,
todo se ilumina"

Cada año, más se reconoce la importancia de los 3 Festivales espirituales principales de Aries, Tauro y Géminis como constituyentes de un flujo unido de energías que afectan a la conciencia humana. La Pascua, o el Festival del Cristo Resucitado, va seguido del Festival de Wesak, el Festival del Buda. Ambos se funden con la energía de la inteligencia de la raza humana durante el tercer Festival en Géminis, culminando en el Día Mundial de Invocación. En este plenilunio, la atención se centra en Wesak, Festival del Buda.

Cada una de las principales religiones mundiales tiene un valor, energía y cualidad específicos que establecer en la conciencia humana.

Las dos religiones de mayor impacto en la conciencia en los últimos 2500 años, fueron resultado de la vida y trabajo de Gautama Buda y de Cristo. El Budismo y el Cristianismo se han extendido y juntos reúnen un numero de seguidores mayor que las demás religiones juntas. Para muchos, estas enseñanzas no son algo separado o diferente, excepto como instituciones organizadas. Los valores que enseñan forman un desarrollo complementario y secuencial de los principios fundamentales. El Cristo y el Buda son hermanos e hijos del Dios Uno. El Buda predijo la venida del Cristo. Y el Cristo edificó sobre el trabajo del Buda, agregando las enseñanzas requeridas por la humanidad durante la era de Piscis, estos últimos 2000 años. La cooperación entre ambos es un incesante servicio, enfocado hoy sobre el posible desarrollo espiritual durante el siguiente período de 2000 años de la era de Acuario y enfocado en preparar la reaparición del Cristo.

El Señor Buda funciona en la Vida planetaria como intermediario espiritual entre el centro planetario superior, Shamballa, "donde la voluntad de Dios es conocida", y la Jerarquía espiritual, el centro cardíaco planetario. El es expresión de la sabiduría de Dios y el indicador del Propósito divino. El Buda es la encarnación de la Luz, y el Cristo es la encarnación del Amor. En el Festival de Wesak, en Tauro, comunica la luz de la sabiduría a la humanidad, a través del Cristo y de la Jerarquía. Cada año, por este acto de comunión y cooperación entre Cristo y Buda, se fortalece la relación planetaria entre el centro "donde la voluntad de Dios es conocida" y el centro "que llamamos la raza de los hombres".

El Festival de Wesak representa ideas claras, y la gran oportunidad:

. Enlaza el pasado con el presente. Representa una verdad viva y una oportunidad presente. En su mutuo servicio a la raza, el Buda y el Cristo producen este enlace. Fusionan Oriente con Occidente y unen en una totalidad la tradición cristiana, las creencias budistas e hindúes y la aspiración de todos los creyentes. Las distinciones religiosas desaparecen.

. Señala el momento de máxima bendición espiritual en el mundo. Hay una llegada inusual de vida y estimulación espiritual para vitalizar la aspiración de todos.

. En el momento del Festival y mediante el esfuerzo unido del Cristo y del Buda, en la más estrecha colaboración, se abre un canal de comunicación entre la humanidad y Dios por el cual el amor y la sabiduría, del Mismo Dios, pueden descender hacia un mundo expectante y necesitado. Hablando simbólicamente, y recordando que los símbolos siempre velan una verdad, podría afirmarse que, en Luna Llena es como si, súbitamente, se abriera de par en par una puerta que en otros momentos permanece cerrada. Por esa puerta, aspirantes y discípulos pueden contactar energías más fácilmente asequibles. Puede realizarse un acercamiento a la verdad y a la realidad y a Aquéllos que guían a la humanidad que no es posible en otros momentos. Está a disposición de todos a ambos lados de la puerta, y cada vez más.

Hoy, los discípulos del mundo deben desarrollar la intuición y la discriminación, y aprender a sentir la visión superior, a responder al día de la oportunidad y a alcanzar la relación superior consciente, sea cual sea el precio para el ser inferior. El ser inferior, por su naturaleza íntima y cerrada, parecerá anormalmente atractivo y puede transcenderse sólo a un precio infinitamente elevado. Debe desarrollarse la intuición grupal, y el sentido de valores debe ajustarse, antes de estar a la altura de los requerimientos y cumplir su función: inaugurar la nueva era. El descenso de fuerza espiritual, en Wesak, tiene como objetivo estimular la intuición de discípulos agrupados, aspirantes y gente de buena voluntad.

Las Fuerzas de Iluminación están especialmente activas en este período de los Festivales. Emanan del centro cardíaco y están relacionadas con la comprensión y sabiduría divinas. El Buda y el Cristo constituyen las dos expresiones más destacadas de esta energía de amor-sabiduría. Las Fuerzas de Iluminación afectan especialmente a grandes movimientos educativos y foros, y a los medios de comunicación. Todas las formas de comunicación pública, oradores, escritores, comentadores y trabajadores sociales, resultan afectados por esta energía que fluye a la mente. La conciencia humana es, hoy, receptora de las energías de iluminación que introducen nuevas ideas e influencian los asuntos humanos en general.

Wesak es un punto de cohesión para quienes se unen en meditación y en pensamiento reflexivo como representantes del Reino de Dios y de la humanidad. Establece solidaridad entre los acercamientos Orientales y Occidentales a un entendimiento superior, porque Cristo y Buda están presentes y activos en este ciclo anual.

El Festival de Wesak es un Festival de Luna Llena universal, para gente de todas las creencias. Es un elevado punto de inspiración para el trabajo del año venidero. Todos pueden cooperar en la conciencia en este flujo singularmente disponible de energías espirituales. Todos pueden participar en la meditación y el esfuerzo por expresar una hermandad práctica como forma de vida. El valor de ese servicio grupal unido, alineado con el Cristo y el Buda y las Fuerzas de Iluminación, es obvio e inspirador. Mediante la Gran Invocación, las energías disponibles pueden invocarse magnéticamente y ponerse al alcance de la conciencia.