"Construyo
una casa iluminada
y en ella habito"
una casa iluminada
y en ella habito"
Después de los 3 Festivales
principales de Pascua, Wesak y el Cristo, nos adentramos en los 9 Festivales
menores, que integran los "atributos" divinos en la conciencia humana, como los
3 Festivales principales establecen "aspectos" divinos. Los aspectos son bien
conocidos en cuanto a las cualidades básicas de su energía, que reflejan la
trinidad subyacente de la divinidad: voluntad o propósito, amor / sabiduría y
luz o inteligencia activa. Los atributos divinos están basados en la armonía a
través del conflicto, la ciencia concreta, el idealismo o la devoción, y el
orden y la organización. Estos atributos son tan divinos como los tres
aspectos principales en su estimulación del potencia¡ espiritual de la
humanidad.
Las doce oportunidades de los Festivales se
utilizan, a través de la meditación y la canalización de energía, para afectar
al crecimiento evolutivo de todos los reinos de la naturaleza. Durante la
elevada tensión, de los tres Festivales principales, se produce un enfoque y
concentración de energía. El aspecto subjetivo o consciente de los tres reinos
"Shamballa, la Jerarquía y la humanidad" se encuentra profundamente involucrado
en crear y mantener esta tensión planetaria y, en consecuencia, resulta afectado
intensamente por ello. Los nueve Festivales menores se utilizan como
oportunidades para que la energía se exteriorice de acuerdo a su cualidad y a
las condiciones existentes.
Pasados los tres Festivales principales, Cáncer proporciona la cualidad que hace que las
energías espirituales se asienten o manifiesten en la vida diaria. La energía de
este Festival, que afecta a la conciencia de la totalidad del reino humano,
desciende hasta las raíces de la vida humana, simulando la chispa de la
divinidad en el centro de cada átomo de sustancia.
Probablemente existen tantas formas de meditar
como meditadores. Sin embargo, todo contribuye a una vasta meditación
planetaria, recibiendo y distribuyendo energías más elevadas a la conciencia
humana como servicio planetario. En línea con la nota clave de este festival, la
personalidad, infundida por el alma, crea una forma de vida diaria que está
motivada espiritualmente, basada en principios que iluminan e inspiran a otros.
A medida que la vida de la personalidad va volviéndose traslúcida y radiante, se
convierte en servicio a la humanidad. Y esto es lo que la familia humana está
creando: una iluminada casa de tres plantas que consta de la mente, las
emociones y la expresión física. En cada nivel de vida y percepción puede
liberarse luz para irradiar la oscuridad, de forma que la casa de tres plantas
de la personalidad se vuelva radiante, amorosa e iluminada.
Esta energía que fluye desde la constelación de
Cáncer hacia nuestro sistema solar, a nuestro planeta, y a la conciencia humana,
estimula la conciencia grupal, la percepción de la humanidad como un reino. Esta
influencia tiende a despertar la autoconciencia individual como un primer paso
necesario hacia la conciencia grupal. En el reino humano existe una secuencia
natural de crecimiento de la conciencia que puede definirse, sencillamente,
mediante las palabras: dependencia independencia interdependencia. La enorme
mayoría de la humanidad tiende a ser dependiente de numerosas formas. Con el
desarrollo de la independencia se alcanza la etapa de autoconciencia y
autoafirmación individual. El siguiente paso, la interdependencia, comporta una
percepción de la humanidad como un centro unificado e interactivo de vida y
conciencia, dentro de una vida mayor. Gran parte de la agitación actual de
nuestras vidas, ya sea económica o política, es el resultado de este creciente
reconocimiento de interdependencia entre pueblos y entre naciones. Diversas
naciones se encuentran ahora en la etapa de independencia, esforzándose por
alcanzar una plena comprensión de la naturaleza de la interdependencia, de la
interrelación y de la participación planetaria. La clave de este entendimiento
es la cooperación, pero aún queda mucho por avanzar en su aplicación
práctica.
Mientras nos mantenemos inmersos en pensamientos
materialistas, egoístamente individuales o influidos por emociones colectivas y
miedos colectivos, la naturaleza inferior o instintiva es la que controla. Pero,
mediante la repetida experiencia del sufrimiento, que resulta del egoísmo, el
alma, la divinidad interna viva, empieza a ejercer su influencia. La
sensibilidad aumenta y el intelecto reemplaza a las reacciones instintivas. El
uso de la corriente de energía disponible en la Luna Llena de Cáncer ayuda a
soltar o liberar el principio del alma, aprisionado por la personalidad egoísta.
La forma se percibe entonces como un simple vehículo, como el medio creativo de
expresión para el alma. A medida que la personalidad se vuelve gradualmente
progresista e iluminada, a fuerza de servir para elevar la conciencia humana, el
alma queda liberada de sus ataduras y se muestra visiblemente en la vida humana.
Sabiduría y razón, o intuición, empiezan a reemplazar al intelecto, revelando el
significado y naturaleza de la interrelación, que es la verdadera cualidad de la
vida.
Este singular flujo de energía nos da la
oportunidad de comprender que la forma, la materia, debería ser, debe ser y
puede ser, infundida por la vida y la conciencia del alma. Hemos llegado
demasiado lejos con el materialismo. Hemos vivido rigiéndonos por valores
materialistas y nos hemos mantenido atrasados e irresponsables. Pero
actualmente, gracias al progreso y a las crisis, a la experiencia y a la madurez
espiritual, la conciencia humana está empezando a vislumbrar que el Cristo
interno está emergiendo en el corazón de la humanidad. Este nuevo nivel de
conciencia revela que la humanidad debe crear un nuevo nivel
de vida. Las formas e ideales del pasado, viejas y agresivas, deben cambiar.
Estamos presenciando una confrontación entre las fuerzas del materialismo y las
Fuerzas de la Luz, entre el bien individual y el bien grupal, una confrontación
que se extiende a todas las áreas de la vida nacional y planetaria.
Trabajando en meditación, como grupo planetario,
con la corriente disponible de luz, amor y voluntad espiritual necesarios para
proveer nuevas formas de pensamiento, podemos demostrar el espíritu inherente a
la humanidad. Debemos atrevernos a pensar de forma nueva. Bajo el impacto de
fuerzas extra planetarias, nuevas ideas fluyen hacia la mente de la humanidad.
En esta mezcla de energías que están cayendo ahora sobre el planeta y fijándose
en la conciencia humana se encuentran nuevos ideales que aprehender, nuevas
formas de hacer las cosas, que entender nuevas formas de servir y amar a la
humanidad a nuestra disposición.
Actualmente, las áreas iluminadas de la
conciencia humana se están expandiendo por todas partes. La forma de cooperar
con esta expansión tan necesaria es mediante un servicio alegre. Cada uno puede
contribuir a la liberación del alma humana 'y a su iluminadora demostración por
medio de la meditación y el pensamiento reflexivo en días de Luna
Llena.
La forma más efectiva de cooperar con las Fuerzas
de la Luz para abrir el camino hacia un futuro mejor es, sobre todo, el uso y
distribución crecientes de la Gran Invocación. La Invocación fue dada a la
humanidad como instrumento de servicio y está ya efectuando cambios en la
conciencia humana. Es una forma de servicio tan sencilla y obvia que su tremendo
poder espiritual podría pasarse por alto.